Si bien el Kung Fu es esencialmente un antiguo arte marcial de origen chino, hoy en día su práctica puede realizarse con diversos fines: como una gimnasia; como defensa personal; como una actividad recreativa; para mejorar la salud; como medio para acercarse a tradiciones y pensamientos de Oriente. El Kung Fu no es un bien o un producto que uno pueda tocar, sino que toma forma y en parte se define según cada practicante. En una Escuela de Kung Fu coexisten distintas búsquedas personales, tanto la de aquel que lo practica con una meta marcial, como deportiva, terapéutica, recreativa y/o de crecimiento personal. Las clases constan de: - Entrada en calor. - Ejercicios destinados al desarrollo de grupos musculares, al aumento de la capacidad aeróbica, de la fuerza, flexibilidad, equilibrio, coordinación, etc. - Ejercicios destinados a realinear y corregir la postura corporal. - Caminatas técnicas (técnicas individualizadas en avance). - Práctica de formas.